En una relación sexual normal, la excitación en el hombre aumenta progresivamente hasta la fase llamada "meseta", disfrutando de su placer sexual hasta el momento que de forma voluntaria llega a un clímax. El eyaculador precoz no puede permanecer en la fase de "meseta", sino que existe una excitación rápida y una eyaculación involuntaria y temprana.
En muchos casos, la eyaculación precoz es un signo de una afección psicológica (ansiedad, nerviosismo, etc.) o emocional (culpabilidad, angustia, etc.) y en pocos casos es debido a un trastorno anatómico o fisiológico.
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